Este día fue instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en enero de 1999 (Bangladesh), donde se promulgó la primera norma legal en el mundo contra la prostitución infantil, siendo Argentina un país pionero.

La prostitución y la trata con fines de explotación sexual son una grave vulneración de los Derechos Humanos y una manifestación de violencia extrema.  Naciones Unida la describe como una forma específica de violencia contra las mujeres y las niñas sustentado en la desigualdad de género estructural y en las relaciones de dominación y explotación que los hombres ejercen sobre las mujeres.

Reem Alsalem (relatora especial sobre la violencia contra las mujeres y las niñas del Consejo de Derechos Humanos) en el informe dirigido al Consejo de Derechos Humanos en junio del 2024 analiza cómo las normas patriarcales, las desigualdades económicas y la globalización contribuyen a la proliferación de la prostitución, reduciendo a mujeres y niñas a meras mercancías, perpetuando un sistema de discriminación y violencia que obstaculiza su capacidad para alcanzar una verdadera igualdad. Insta a que sea reconocida urgentemente como un sistema de violencia, explotación y abuso, abordando las desigualdades estructurales subyacentes que afectan sobre todo a mujeres y niñas.

La prostitución sexualiza y racializa la pobreza, se dirige a mujeres de entornos marginados, que carecen de acceso a servicios de protección o a oportunidades viables de sustento, incrementando su vulnerabilidad ante una mayor explotación. En la misma línea que Rosa Cobo (la prostitución en el corazón del capitalismo) para la que la prostitución en el siglo XXI,  es la fusión entre los intereses patriarcales y los intereses capitalistas y se alimenta de mujeres con pocos recursos materiales y culturales que son expulsadas de sus hogares, desde los países del sur hacia el norte, de los periféricos a los centrales, en  países con altas tasas de pobreza desde las zonas rurales a las urbanas y de las comunidades más oprimidas a las más dominantes.

Alsalem aboga por un marco jurídico abolicionista, donde el Estado debe proteger y asistir a las víctimas teniendo en cuenta la perspectiva de género, proporcionándoles un apoyo integral y penalizando el uso de prostitución y el proxenetismo.

En los países donde se ha implantado este modelo, se ha reducido el número de víctimas de trata.

España es el país europeo con mayor demanda de prostitución y el tercero a nivel mundial. Según Naciones Unidas, el 39% de los varones españoles ha hecho uso de la prostitución.

En el estudio “explorando los motivos para pagar servicios sexuales desde las opiniones sobre la prostitución” (Meneses, Rua y Uroz), publicado en la Revista Internacional de Sociología, uno de cada cinco españoles ha pagado alguna vez en su vida por ello, y el 15% (unos 2,5 millones) en el último año.

España también es uno de los principales destinos de tráfico de mujeres del mundo.

Según el macro estudio sobre prostitución del Ministerio de Igualdad presentado en septiembre del 2024, en España habría 114.576 mujeres prostituidas y en torno al 80% podrían ser víctimas de trata

Con motivo del Día Internacional contra la Prostitución, la trata y el tráfico de personas con fines de explotación sexual, ANTARIS, como entidad social que lucha contra las desigualdades, solicitamos al Gobierno de la Nación la aprobación del Proyecto de Ley abolicionista del Sistema Prostitucional, elaborado por juristas y supervivientes de prostitución.